Muchos creían que ya no existían los indígenas, pensaron que ya estábamos muertos todos, pero cuando menos se dieron cuenta, florecieron las mazahua, las Marías de las pepitas en la Ciudad de México
Fotos: Ricardo Trabulsi y Diego García
Magdalena García Durán, Concejala mazahua. Ciudad de México
Sentada a los pies del monumento a la fundación de la Gran Tenochtitlan, Magda ofrece sus bordados de punto de cruz
Cuando nos dejan trabajar y nadie nos molesta, sí nos alcanza para sobrevivir
San Antonio Pueblo Nuevo, comunidad mazahua que desde mediados del siglo pasado se fue trasladando a la Ciudad de México, primero durante los tiempos muertos de la agricultura y poco a poco de manera permanente
Hoy la Concejala mazahua camina erguida por las calles de la Ciudad de México, con su falda y blusa plisadas en colores brillantes y su larga y entrecana cabellera trenzada con grandes listones
Magdalena es defensora de los derechos de los indígenas radicados en la Ciudad de México. Aquí no son migrantes, esta es también su Madre Tierra
Si no los quieren en la calle, podrían hacer una plaza artesanal y que ahí sean respetados todos los artesanos, artesanas y comerciantes
La responsabilidad del CIG es trabajar con la base empezando desde abajo
Tuvo que haber un levantamiento en Chiapas para que Magdalena volviera a hablar su lengua y regresara a portar su vestimenta
Marichuy no es candidata, sino una vocera que lleva la voz de los pueblos indígenas y de los de abajo
Mi niñez fue en San Antonio Pueblo Nuevo, aunque fui crecida en el vientre de mi madre en la Ciudad de México
Los grupos indígenas radicados en la Ciudad de México son discriminados por su lengua y vestimenta
Con don Alfredo, como ella le dice, tiene 41 años de casada, lo describe como un hombre humilde, sencillo, honesto y sincero
San Antonio Pueblo Nuevo, comunidad mazahua de menos de 500 habitantes, donde Magdalena de niña tenía espacio para caminar, respirar y jugar
No nos interesa la presidencia, sino la organización
